La psicología de las finanzas personales

A la hora de tomar decisiones, en cualquier faceta de la vida -las finanzas son una de ellas-, pretendemos ser racionales, lógicos y adoptar la mejor solución o decisión para nuestros intereses.

En ocasiones no es así, y nos dejamos llevar por emociones o sesgos cognitivos. Un sesgo cognitivo es un defecto de razonamiento, forma de evaluar la información disponible, u otro procesamiento mental que puede conducir a distorsiones de percepción, juicios desacertados, interpretaciones ilógicas y decisiones irracionales.

En esta entrada del blog, voy a hablar de uno de llos, el sesgo de confirmación. Que podemos definir cono la tendencia de una persona a favorecer la información que confirma sus suposiciones o ideas preconcebidas, independientemente de que estas sean verdaderas o no.

Personalmente he sufrido y mucho de este sesgo, y no sólo en las finanzas. Es algo innato a nuestra naturaleza humana, y debemos ser conscientes de ello. 

Por ello he elaborado una infografía para ayudar a entender este sesgo y como podemos evitarlo.

Por último, quiere transcribir una anécdota que cuenta la página web de serenity market, citando otro enlace, que es muy ilustrativa del sesgo de confirmación que, en ocasiones buscamos, cuando invertimos:

 Opinion: Easy way to get rich: Buy the most hated stocks

http://www.marketwatch.com/story/easy-way-to-get-rich-buy-the-most-hated-stocks-2015-01-15?page=2 

Las cifras son muy interesantes.

Resulta que si uno hubiera invertido en un fondo normal de los que replican al S&P 500, 100.000 dólares en 2008, ahora tendría 170.000 dólares (el artículo está escrito en 2015). No está nada mal. 

Si este mismo inversor hipotético hubiera invertido los 100.000 dólares en los 10 valores más recomendados por los analistas  y a 31 de diciembre los vende, para el 2 de enero volver a comprar los más recomendados en ese momento, habría ganado 180.000. Bueno algo se gana, pero poco, estas recomendaciones tienen un valor añadido muy reducido.

Pero ahora viene lo bueno.

Si ese inversor, hubiera hecho todo lo contrario, es decir desde 2008, cada 2 de enero comprar los 10 valores con peores recomendaciones por parte de los analistas, cierra el 31 de diciembre, y vuelve a abrir el 2 de enero con los valores peor recomendados del año anterior, en lugar de los 170.000 dólares del buy and hold como hemos dicho antes, habría ganado ¡¡270.000!! Dólares… ¡Un 59% más!